martes, 14 de abril de 2015

LAS APARIENCIAS ENGAÑAN !!!!


Juan López Aguilar y Natalia de la Nuez se conocieron cuando ella tenía 6 años. Pero pasaron otros 30 hasta que se reencontraron. Fue entonces cuando empezó su relación. Llevan 17 años juntos, 11 de ellos casados.
Hace cinco Natalia tuvo unos gemelos que hoy tienen 5 años. Ella tiene, además, otros dos hijos de un matrimonio anterior: Gorka, que es actor y vive en Madrid, y Silvia, que reside en Las Palmas, cerca de su madre.
¿Cómo han llegado a esta situación?
Quiero que quede muy claro que yo no he denunciado a Juan [López Aguilar] y nunca le voy a denunciar. Ni yo ni nadie de mi familia. No soy nada rencorosa y Juan es, probablemente, la persona que más he querido en mi vida, pero nuestra relación era insostenible. Hace un año y medio descubrí que había otra persona en su vida. Así que en octubre de 2014 presenté un convenio de divorcio. Tramitamos un convenio regulador, y en principio estábamos los dos de acuerdo pero luego Juan empezó a modificarlo. Pidió hasta 18 cambios: económicos, de visitas… Juan es muy perfeccionista. Ahora está en la fiscalía así que legalmente no estamos divorciados, aunque estamos separados desde el 10 de enero.
¿Sabe quién es la otra persona con quien mantiene una relación su marido?
Sí, pero no se lo voy a decir. Y no por respeto a esa persona sino porque no quiero meterme en otro berenjenal.
¿Sabe cuánto tiempo llevan juntos?
Más años de los que yo creía. Cuando lo descubrí decidí, aún así, tirar hacia adelante. Tenemos dos hijos chiquitines y llevamos muchos años juntos. Decidí luchar por nuestra relación.
¿Qué pasó el 10 de enero?
Mi hijo Gorka presentó una denuncia ante la policía. Pero en este caso fue un error. Tenía un ojo morado a causa de un accidente doméstico tonto. Tengo dos hijos de cinco años y, tras una persecución, me di un golpe y se me puso el ojo negro.
Ha precisado "en esta ocasión". ¿En otras ocasiones sí existieron episodios violentos?
Digamos que teníamos una relación complicada. Pero bueno, como todos los procesos de divorcio, tienen su parte complicada, violenta y agresiva. El contenido de la denuncia tiene verdades, pero en ese momento no era justo interponer esa denuncia. 
Si usted ni nadie de su entorno interpuso una demanda, ¿Cómo se desencadenó todo?
El sábado anterior a Semana Santa empezó a salir humo de la vivienda y vinieron los bomberos. Yo estaba sola en casa con mis hijos y, siempre que hay menores implicados, la policía elabora un informe sobre lo ocurrido preguntando a los vecinos. Se llama "pesquisas vecinales" y se pregunta, puerta por puerta, cómo es la familia, qué ha pasado, cómo es la madre, cómo son los niños…. Fue entonces cuando los vecinos comentaron sus impresiones sobre nuestra relación. La policía se quedó sorprendida cuando los vecinos empezaron a hablar de malos tratos físicos y psicológicos. Hablan de lo que han visto. Entonces la policía está obligada a ponerlo en conocimiento de el juzgado de violencia de género. Pero no hay ninguna demanda por mi parte, ni por parte de mi familia. Eso tiene que quedar claro. Y no la va a haber.
¿Y luego?
Luego sigue el procedimiento. Hoy mismo he ido a recoger el auto en donde el juez considera que Juan debe declarar porque hay indicios de maltrato. Y como él es aforado tiene que verlo el Tribunal Supremo.
¿Cuándo empezaron los supuestos malos tratos?
Eso es irrelevante... aunque fuese hace cinco días.
Resulta paradójico que el ministro que respaldó la ley contra la violencia de género [el 28 de diciembre de 2004 entró en vigor la Ley Orgánica de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género] esté ahora imputado por violencia de género.
Bueno, eso es como el neumólogo que sabe que no hay que fumar y fuma. Son situaciones humanas complicadas en las que cada uno canaliza su rabia y su frustración como puede.
¿Ha llevado una vida paralela muchos años?
No lo sé. Él mantiene un ritmo de trabajo muy fuerte. Todos los fines de semana venía a Las Palmas a verme a mí y a sus hijos. Salvo cuando tiene un viaje de trabajo. 
¿Cómo definiría a Juan López Aguilar?
Es un pobre atormentado. Me causa mucha compasión. Me pongo en su lugar y sé que lo debe estar pasando muy mal, pero yo ya no le puedo ayudar a gestionar todo eso. Tengo que tener una buena relación porque tenemos dos hijos pequeños y los tenemos que educar. Él tiene que aguantar mucha presión, en el partido, en el trabajo, las listas electorales, etc… Tiene que dar la cara en el ámbito laboral, que es donde él es perfecto.
Mantiene usted una estrecha relación con sus tres hermanas y con su madre [su padre falleció]. ¿Nunca le aconsejaron que se separara?
Sí, claro. Pero es gente muy respetuosa. Y yo estaba en plena lucha por salvar a mi familia, que es lo más legítimo.
¿Cómo le ha afectado esta situación?
No he sufrido una profunda depresión, como se ha publicado en algún medio. Es completamente falso. Pero he tenido episodios de mucha angustia y mucho dolor y aunque nunca he estado medicada ahora necesito un poco de ayuda. Es una situación desagradable para cualquier persona.
¿Cómo enfoca el futuro?
Yo no soy vengativa, ni rencorosa. Tengo cuatro hijos maravillosos por los que tengo que luchar. Además tengo a mis hermanas a mi madre y un montón de amigos de mi lado. Gente que me quiere, que me cuida. Tengo que recuperarme y volver a ser lo que soy.

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